1- La importancia del clítoris
El clítoris tiene más terminaciones nerviosas que cualquier otro lugar del cuerpo, por lo que no es de extrañar que sea el centro de control del orgasmo femenino. El clítoris es el único órgano humano cuyo único propósito es dar placer (el pene, por ejemplo, tiene finalidad reproductiva). El resto de zonas erógenas del cuerpo femenino sí posee otras funciones. El clítoris es la excepción. Mide entre 8 y 12 centímetros de largo y 6 centímetros de ancho de media, ya que se extiende hacia el interior del cuerpo, asentado sobre la uretra y la vagina.
2- Ropa interior e infecciones
La elección de ropa interior puede afectar a la probabilidad de contraer infecciones vaginales. Debido a que las telas de seda y terciopelo pueden retener la humedad, lo mejor es elegir telas transpirables como el algodón para mantener la piel seca y fresca. Así, vestir con ropa interior de algodón o simplemente no llevarla es preferible para dejar que la piel vulvar respire. A las bacterias les gustan los ambientes cálidos y húmedos y, por desgracia, la lencería más sexy suele ser una trampa para el calor y la humedad.
3- Tras un parto
El cuerpo de la mujer necesita recuperarse tras haber dado a luz y que la vagina vuelva a la normalidad. Por ello, y para evitar posibles infecciones tras el parto, los expertos recomiendan abstenerse de mantener relaciones sexuales con penetración durante los primeros seis meses tras haber dado a luz. Además, evitar ingerir mucho azúcar o mucho alcohol o permanecer con ropa interior o bañador húmedo son conductas a evitar pues pueden promover la aparición de una infección.
4- La vagina en números
Una vagina media mide unos 8 centímetros de ancho (entre 7 y 10 de promedio).
El punto G está situado a unos 6 cm de la vulva.
La vagina puede crecer hasta un 200% durante la relación sexual.
El clítoris contiene 8.000 terminaciones nerviosas. El pene apenas 4.000.
Cuando se acerca el orgasmo, la vagina disminuye de tamaño un 30%, ya que los músculos de la vulva se contraen de forma brusca.
5- Estar sentada mucho tiempo no es bueno para la vagina
Estar sentada durante un largo periodo de tiempo no solo puede provocar dolor de espalda, sino que también puede aumentar el riesgo de una infección vaginal por bacterias. Y es que cuando permanecemos sentados en una posición fija, la zona genital se calienta porque el flujo de aire también se reduce y se incrementa la humedad. Así, la fricción, el calor y la humedad en el área genital causan irritación, y proporcionan el caldo de cultivo perfecto para las bacterias. Lo mismo puede asociarse a la ropa ajustada. Unos vaqueros excesivamente ajustados aumentan significativamente el riesgo de infecciones vaginales por el mismo motivo.
En verano, hay que extremar las precacuciones puesto que la salud genital se puede ver afectada por estas amenazas: vaginitis, cervicitis einfecciones urinarias.
6-La vagina está preparada para un entrenamiento intenso
La vagina, palabra que proviene del latín y significa “vaina de una espada”, es capaz de soportar un entrenamiento muy intenso; el tono muscular de la vagina es muy fuerte. Los conocidos ejercicios de Kegel (que pueden hacerse en cualquier momento ya sea sentado o acostado) son realmente eficaces en el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico que ayudarán a nuestra salud (por ejemplo ante un problema de incontinencia de orina) y a obtener orgasmos más agudos o apasionados. En un extremo más radical y extraño, la fuerza de la vagina puede llegar a atrapar literalmente al pene imposibilitando que este salga. Es lo que se conoce como penis captivus.
7-El exceso de higiene es malo para la vagina
La vagina está diseñada para mantenerse limpia por sí sola con ayuda de las secreciones naturales. Por ello, lavarla en exceso es poco recomendable. Lo mejor es evitar los jabones perfumados, geles y antisépticos, ya que pueden afectar el equilibrio saludable de las bacterias y los niveles de pH de la vagina e incluso conducir a la irritación. Un exceso de limpieza también nos expone a las infecciones.
8- Sobre la variación en el tamaño de la vagina
Al ser la abertura del útero tan estrecha, es imposible que se pierda nada que entre ahí. Esto es, a no ser que nos encontremos dando a luz que es cuando lógicamente, más distendida está esta zona, nada puede salir a través de él. Esta flexibilidad se debe a las crestas musculares que posee la vagina cuyos anillos permiten que el útero se extienda hasta un 200% durante el parto o durante la relación sexual. Antes de la pubertad, el útero tiene de aproximadamente 3,5 centímetros de largo yun espesor medio de 1 cm. Después de la pubertad, su longitud normal es de unos 7,6 cm, y la anchura es de 4,5 cm, con un espesor normal de 3,0 cm.
9-La dieta afecta al olor de la vagina
Lo que comes es a lo que hueles, podríamos decir. Y es que la dieta que seguimos afecta a la forma en que huele nuestra vagina. A pesar de que no ha habido mucha investigación sobre este campo, las evidencias sugieren que este olor puede variar durante la ovulación e incluso cuando comemos algo picante como el ajo o el chile.
10-La vagina tiene algo en común con los tiburones
Una de las particularidades respecto a la vagina es que contiene escualeno, una sustancia que puede encontrarse en el hígado de los tiburones -y ocupar una cuarta parte de su cuerpo- y que es un compuesto lubricante natural. Los tiburones y también las rayas, consiguen flotabilidad gracias a esta sustancia, ya que es menos densa que el agua de mar. Como curiosidad, el escualeno se utiliza en algunos tipos de vacunas contra la gripe y el paludismo.